La participación en las carreras de caracoles de la III Fira del Caragol batió este año un nuevo récord. Pero lo verdaderamente importante fue el gran ambiente que se creó en la plaza del núcleo con los niños y jóvenes portando sus preciados ejemplares, pertrechados de un frasco de agua con spray y las indispensables hojas de lechuga.
Allí se vieron caracoles de distintos tamaños, entre los que destacaban los bovers. Más de cien niños participaron en las carreras para las que la organización instaló dos pistas con siete listones cada una por donde debían deslizase los moluscos terrestres, alentados con toques de agua. Se les podía enderezar la marcha, pero, si se caía de la barrita, se debía empezar de nuevo. La carrera, finalizaba en la meta y el caracol pasaba a la final. Actuaron como árbitros Tomeu Paladí, Pep Fiol y Biel Roca.
La ganadora del concurso fue la caracola Tro, propiedad de Aina Cabrera, de 10 años de edad. Los finalistas fueron Aurora Crespí, Mar Garcías y Joan Andreu Rigo.
Amalia Estabén