La Clínica Rotger abrió, hace dos meses, un nuevo centro de análisis clínicos gracias al esfuerzo de la clínica y la colaboración de los laboratorios General-Lab, «fruto de esta colaboración», en palabras del director de la clínica, Fernando Rotger, se inició ayer noche un ciclo de charlas-coloquio coordinados por el doctor José Luis Antich, director del Centro de Análisis de Clínica Rotger. El doctor Vicenzo Cirigliano, responsable de la sección de genética molecular de los laboratorios General-Lab (Barcelona) y la doctora María Paz Cañadas, responsable de la sección de biología molecular del mismo laboratorio, fueron los encargados de pronunciar ayer dos charlas dedicadas a profesionales de la sanidad.
El «Diagnóstico prenatal de las aneuploidías más frecuentes en 24 horas» fue el título de la charla pronunciada por el doctor Cirigliano, quien explicó que General Lab, laboratorio empresa con 21 centros de análisis propios en todo el Estado español, ha desarrollado un nuevo ensayo molecular que permite la detección de aneuploidías (deficiencias) como el síndrome de Down, «en tan sólo seis horas desde la amniocentesis del feto». Utilizando las más modernas tecnologías del mercado con «la amplificación de secuencias del ADN» se han realizado más de 6.000 diagnósticos moleculares rápidos de anomalías cromosómicas. La valoración de todos estos procesos se ha realizado en colaboración con el laboratorio Pasteur de París y el University College de Londres.
Las ventajas de las nuevas técnicas utilizadas por General-Lab, según el doctor Cirigliano, es que son «mucho más sensibles» y «totalmente objetivas» y además, siempre según el responsable de la sección de genética molecular del laboratorio, tiene un coste inferior que las técnicas utilizadas habitualmente. Por otra parte la doctora María Paz Cañadas pronunció una charla sobre «Diagnóstico y epidemiología del virus del papiloma humano» destacando que «entre las infecciones de transmisión sexual, la causada por el virus del papiloma humano (VHP) es la más frecuente» y que su importante papel en «el cáncer de cérvix ha sido ampliamente demostrado», apunta la doctora.