Diana de Francia está de nuevo en Mallorca. En Navidades, cuando estuvimos con ella en Flor de Lis, su casa de Esporles, nos decía que todavía le quedaban tres hijos solteros y sin compromiso, Michí, Everhard y Fleur.
A poco de regresar a Althause, su casa de Alemania, ésta, Fleur, le dio la sorpresa: se había prometido con un joven de buena familia, llamado Moritz von Goess, joven que le presentó «y que me encantó, pues es una persona fantástica, muy culta y por lo que vi, muy enamorado de mi hija. Como ella de él».
Curiosamente, los jóvenes prometidos se conocían desde chicos. «Pero no se habían dado cuenta de sus respectivas existencias -dice Diana, feliz-. Y eso sucede a veces. Estás al lado de una persona durante tiempo sin apenas darte cuenta de ella hasta que un día descubres que existe y que te gusta. Creo que es lo que les ha pasado».Pedro Prieto