J.J.S./P.C.
El president del Govern, Francesc Antich, manifestó su rechazo por
las cuatro desaladoras aprobadas ayer por el Consejo de Ministros
para Balears y advirtió que esa medida «incrementará el precio del
agua». Después del Consell de Govern celebrado ayer, Antich
compareció ante los periodistas para criticar la decisión
unilateral por parte del Ministerio de Medio Ambiente de construir
cuatro desaladoras de mar en Balears por valor de 66 millones de
euros: en Andratx y en Alcúdia (Mallorca), Ciutadella (Menorca) y
Santa Eulàlia (Eivissa).
Tras cuatro años «escuchando» que se iban a construir nuevas desaladoras, el president del Govern tildó la medida de «electoralista», al tiempo que advirtió de que el precio del agua costará más. Para el Ejecutivo autonómico, con las mejoras realizadas en la desaladora de San Antoni de Eivissa y la puesta en marcha del futuro trasvase de Sa Costera se cubrirían las necesidades hídricas del archipiélago, si bien Antich se mostró partidario de discutir sobre la necesidad de abrir una más en la bahía de Alcúdia.
Antich recordó que «estamos cansados de polémicas», si bien aclaró que el deber del Govern es «defender nuestras competencias», por lo que los servicios jurídicos de la Comunitat estudiarán el hecho de que la Administración autonómica no haya sido consultada sobre los proyectos. Las cuatro instalaciones están incluidas en el Plan Hidrológico Nacional.