«I recordar alhora que, ca nostra, com el solc, com l'aire, no pertany a ningú maldament creiem en ella i la treballem . Ans a l'inrevés: com més nostra la sabem, més creix també l'esclavatge que, sortosament, ens imposa». Estos versos, que llevan por nombre «Esperar», proceden del poemario «Pols de corc» que Biel Florit publicó en 1992. Catalina Cirer, delegada del Gobierno, leyó este poema durante la pasada Festividad de la Constitución, un hecho habitual ya que no es la primera vez que recita unos textos de Florit.
«Conocía que Cirer utiliza mis obras en sus discursos», comentó el poeta. Es más, parece que «tiene cierta debilidad por mi obra», a pesar de tener «carácteres políticos diferentes». «Somos buenos amigos, nos conocemos de hace años». Florit reconoce que nunca ha oído recitar uno de sus versos a Cirer, pero confiesa que le han comentado que «lo hace bastante bien». «Siempre que coincidimos, uno de nuestros temas recurrentes es hablar de poesía». A Cirer le gusta, según Florit, «la temática, la manera de expresar y la lexicología» de las obras del poeta. «No me molesta que utilice mis creaciones». La razón: «La poesía es como el aire, una vez hecha es de quien la respira».