Carmen Alborch, diputada del Grupo Socialista, escritora y presidenta de la Comisión de Control de RTVE, pronuncia esta tarde, a las 20'00 horas, en el Teatre Municipal de Palma, la conferencia «Malas-rivalidad y complicidad entre mujeres», invitada por el Club Ultima Hora.
"¿Es usted mala, muy mala, o malísima?
"Intento ser una mujer libre. Dentro de eso, se me ha considerado
una persona algo desobediente, sobre todo cuando era pequeña, pero
relacionado siempre con travesuras, no con maldad. Dicen que tengo
un buen corazón.
"¿Hay más complicidad o más rivalidad entre
mujeres?
"Las mujeres no son ni amigas ni enemigas
por naturaleza. Ha habido ejemplos de buena amistad entre mujeres.
Soy de tendencia optimista y por eso opino que hay más de positivo
entre nuestras relaciones, pero tenemos que aspirar a una mayor
solidaridad.
"«Malas», ¿es un libro feminista?
"Sí, lo
es. Es una cultura, filosofía y política que busca la igualdad
entre hombres y mujeres.
"Usted reivindica la autonomía de la mujer. ¿Cómo puede
conseguirla una mujer con dos o tres hijos, que tiene a sus padres
en casa y trabaja?
"Las mujeres hemos avanzado,
dependiendo de nuestro estatus y cultura. A las mujeres nos une una
condición, pero no se puede generalizar. La autonomía es una
aspiración y tiene mucho que ver con la independencia económica y
un anhelo: intentar tener un proyecto vital. A veces no tenemos
nuestro espacio mental y físico y es un problema.
"En algún momento de su vida, ¿le hubiera gustado haber
nacido hombre?
"No, nunca.
"La rivalidad, ¿es fomentada por los hombres o por las
mujeres?
"No les conviene a los hombres el sistema
en el que vivimos. Amamos a los hombres, aunque hay veces que
tenemos que luchar contra ellos, cuando se identifican con el
poder. Los hombres también tienen que tender hacia la complicidad,
lo mismo que las mujeres.