El conseller d'Educació i Cultura, Damià Pons, y la directora general de Coordinació i Innovació, Catalina Bover, formalizaron ayer con algunos de los 23 ayuntamientos beneficiados la concesión de ayudas para las «escoletes» públicas del primer ciclo de educación infantil, de 0 a 3 años, que suponen una inversión total de 1'08 millones de euros. De estas ayudas, destinadas tanto a escuelas ya autorizadas como a otras en proceso de creación e incluso a proyectos educativos alternativos a la escolarización, se beneficiarán 35 centros con 144 unidades de primer ciclo de educación infantil y un alumnado formado por unos 1.700 niños.
Asistieron al acto de firma de convenios representantes de los ayuntamientos de Alaró, Sant Llorenç, Son Servera, Algaida, Santa Eugènia, sa Pobla, Lloret, Inca, Sineu, Andratx, Esporles, Bunyola y Calvià, que junto con los de Montuïri, Alcúdia, Selva Binissalem, Palma (que recibirá el 17 por ciento de las ayudas) y Felanitx completan la nómina de consistorios beneficiados por esta línea de ayudas en Mallorca. El Ajuntament de Palma no asistió al acto «por problemas de protocolo», le invitaron con 24 horas de antelación. Damià Pons indicó que próximamente se formalizarán las subvenciones con los ayuntamientos de Maó, Es Castell, Sant Lluís y Ciutadella, así como con el Consell d'Eivissa.
El programa de ayudas contaba con tres modalidades: para el mantenimiento de «escoletes» autorizadas en funcionamiento; para la creación de nuevos centros o adecuación de escuelas existentes a la normativa; y para proyectos alternativos a la escolarización, que no es obligatoria en la etapa de 0-3 años. Por último, Damiá Pons aseguró que con estas ayudas la Conselleria reconoce «los esfuerzos de los ayuntamientos» y contribuye a «facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar», que es uno de los fines del plan de ordenación de los centros de primer ciclo de educación infantil que «será aprobado próximamente en el Consell de Govern», anunció.