Mallorca ha bajado este verano un poco el pistón en la carrera de todos los años para ver quién acoge a más famosos y quién los tiene de mejor «calidad». Todo lo contrario que Eivissa, que se ha mostrado intratable en este aspecto y ha arrasado. En un tercer plano ha estado Menorca, aunque la presencia de la familia Aznar le ha sido suficiente para plantar cara. Pero lo que ha quedado claro un verano más es que esta particular lucha por el título de la «Liga del verano» se reduce a tres islas, que pertenecen a un mismo lugar: las Balears. De eso no hay duda.
Eivissa ha sido un caso aparte. Han visitado la isla pitiüsa Andrea Casiraghi, hijo de la princesa Carolina de Mónaco, que intentó pasar de incógnito, pero por supuesto no lo consiguió; Elsa Pataki y Fonsi Nieto, que después se marcharon a Mallorca; muchos futbolistas, como Frank de Boer, Kiko, Alkorta, Saviola o Cañizares; tenistas, como Albert Costa y Carles Moyà, acompañado de su novia Patricia Conde; y mucha, pero mucha farándula: Yola Berrocal, Sonia Monroy, Belén Esteban, Paulina Rubio, Bibiana Fernández, Inés Sastre, Paz Vega, Mar Flores... Muchas bellezas que se «torraron» bajo el sol ibicenco. Entre los personajes más serios que recalaron por esos lares Antonio Gasset, Pedro Piqueras, Fernando Guillén, Ramón Pellicer, Florentino Pérez, Javier Bardem, Bigas Luna, Pedro Almodóvar... y por supuesto, los Aznar y la Familia Real española. En definitiva, Eivissa ha vivido un estío de lo más «movido».
En cuanto a Menorca, pues lo dicho, la familia Aznar prácticamente monopolizó el verano. La presencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, su mujer, Ana Botella, y, sobre todo, su hija Ana Aznar y el novio de ésta, Alejandro Agag, han absorbido la atención, pasando por encima de otros famosos como el gigantón Pau Gasol, que se bañó en muy buena compañía, Belén Rueda, Iñaki Gabilondo, María Adánez, Paloma Lago y Àlvaro Bultó o Alejandra Prat.