El final del verano llegó, y tu partirás, ya no sé hasta cuándo este amor recordarás». Pues el verano que viene volverán y está claro que Manuel de la Calva y Ramón Arcusa no cumpusieron esta canción pensando en Mallorca, porque si una cosa se hace patente es que cada verano sí sabemos quién volverá, no les olvidamos, porque siempre repiten los mismos. Así ha vuelto a suceder este año; los de siempre han vuelto y, a diferencia de veranos anteriores, las sorpresas se han hecho de rogar. Han sido tres meses un tanto insulsos, porque las caras han sido las de toda la vida. El mal tiempo, la crisis, el 11-S, o lo que sea, ha hecho que nos hayan visitado unos cuantos menos famosos de los habituales. Y si han venido, no los hemos visto, como Gwyneth Paltrow, que cenó en el Passeig Marítim acompañada por el príncipe Felipe.
Por supuesto que no han faltado Ana Obregón Norma Duval, Sara Montiel, Alejandra Prat, Claudia Schiffer. Estas, al menos, no nos han fallado, como tampoco lo ha hecho la Familia Real, que un verano más han estado ahí, al pie del cañón, llevando sobre sus espaldas toda la responsabilidad del famoseo. Con paciencia, con resignación y, sobre todo, con mucha responsabilidad, los Reyes, sus hijos, sus yernos y sus nietos han estado salvando el verano, saludando día sí y día también, acudiendo al Club Náutico para que los pobres paparazzis hagan su particular agosto. Menos mal que no nos han fallado, si no fuera por ellos...
En cuanto a la terna de deportistas también los ha habido, y de todos los colores. Vimos a los futbolistas Fernando Hierro, Fernando Morientes y Steve McManaman, que se casó en la Catedral y se trajo consigo a otras «estrellas» como Iván Campo, Aitor Karanka o David James. También vimos a Florentino Pérez, máximo mandatario del Real Madrid y creador del culebrón Ronaldo, y al piloto de rallies Carlos Sainz, la atleta Niurka Montalvo y el entrenador Héctor Cúper.
Y más bodas, cómo la de Beatriz González, hija del presidente del BBVA, Francisco González, y, sin duda, la de la batería del grupo irlandés The Corrs, enlace que trajo a la Isla a los que sin duda han supuesto la gran sopresa del verano. Seguro. La presencia de los miembros del mítico grupo U2, Bono, Larry Mullen Jr. y The Edge revolucionó el pequeño Deià, que se vio abrumado por tanta estrella de la canción junta.
Aunque si tuviéramos que dar una medalla al mérito de la sorpresa, se la daríamos a la princesa Marta Luisa de Noruega, que sorprendió a todos luciendo palmito con su marido, el escritor Ari Behn, que lució a su vez tatuaje. No los esperábamos, pero allí estuvieron, dejando a las claras que Mallorca aún puede presumir de caché.
El acontecimiento del verano fue la fiesta que dio en su casa Cristina Macaya a beneficio de Projecte Home. Allí coincidieron personajes como Juncal Rivero, los Príncipes de Kent, los Príncipes de Bulgaria, Marina Castaño y Richard Hudson, juntos, pero no revueltos, Diandra Douglas, Aghata Ruiz de la Prada...
Del mundo de la pasarela han desfilado por la Isla la miss Vania Millán, Judith Mascó, Inés Sastre y la diseñadora Carolina Herrera. Y del celudoide, Vicente Aranda, que invitó a su casa de Pollença a Paz Vega, y Fernando Trueba, que acogió a Jorge Sanz. También lució cuerpo la actriz Elsa Pataki, acompañada por la familia de su novio, los Nieto, y volvió una vez más el gran Peter Ustinov.
Del resto de la farándula nos encontramos paseando a Enrique Ponce y su mujer Paloma Cuevas, a Espartaco, a Andrés Pajares, al presentador Pedro Ruiz y al escritor José Luis de Vilallonga.
Hubo más, por supuesto, pero por ello esto es un resumen.