Maria Antònia Munar asegura que su intervención en la Diada de Mallorca fue una reflexión sobre los problemas que preocupan a los ciudadanos. Cree que, para tratar de encontrar soluciones a este problema es preciso primero ser conscientes de que existe. Según dice, eso no es xenofobia ni racismo.
"Vaya lío ha armado con sus declaraciones. Y eso que ni
Govern ni Consell tienen competencias en la materia.
"Estoy segura de que todo el que ha leído el discurso o lo ha
escuchado de mi boca lo ha entendido perfectamente. En Mallorca ha
llegado el momento de reflexionar hacia dónde queremos ir y otra
cosa es que algunos partidos, interesadamente, quieran tildarme de
actitud xenófoba. Nadie que haya escuchado con atención el discurso
lo ha pensado. Al contrario.
"¿Y cuál es esa reflexión?
"Tenemos un
territorio limitado, con unos recursos limitados y hay que fijar un
techo de población para limitar este crecimiento. Ese era el
acuerdo del Pacte de Progrés. Lo que ha ocurrido es que ha venido
una avalancha de inmigración, que tiene cosas positivas, pero
también las tiene negativas. Lo único que hice fue poner sobre la
mesa esta realidad.
"También habló de contradicciones.
"Sí y
es parte de la misma reflexión. Es contradictorio pretender no
crecer más y aceptar la llegada de todo el mundo y darles
papeles.
"¿En esta preocupación se incluye también la llegada
masiva de alemanes?
"Aquí también hay una
contradicción porque, durante años, determinados partidos mostraron
su preocupación por este tema. Si no se puede crecer, no se puede
crecer ni de unos ni de otros, y no se puede simplemente porque
tenemos un territorio limitado.
"Es decir, que hay que limitar la llegada de inmigrantes
de todo tipo.
"Son dos problemas diferentes. Uno es
el número de gente que viene, que tiene que limitarse porque somos
un territorio limitado, y otro es el problema de la inmigración,
pero sólo cuando no esté controlada. Aparte del problema del
número, también genera un problema de adaptación y de posibilitar
una educación, una sanidad y una seguridad para todos. No somos
ilimitados ni en recursos ni en territorios. Constatar la realidad
no es xenofobia ni racismo; es simplemente actuar con
responsabilidad. Obviar las cosas y no hablar de ellas no resuelve
el problema. Hay que saber cuál es la realidad, cuál es el problema
y, a partir de ahí, ponernos a buscar las soluciones.
"¿Limitar la entrada de inmigrantes es como intentar
poner puertas al campo?
"No. Primero hay que ser
conscientes del problema y, a partir de ahí, ser consecuentes con
la filosofía del Pacte, que era: un modelo territorial, una
limitación del crecimiento y un techo poblacional. Y luego hay que
cumplir la Ley de Extranjería y solventar la integración de las
personas que están en nuestra isla de acuerdo con la ley. Con esta
premisa desde el momento en que están aquí, son mallorquines como
los demás y deben tener la misma calidad de vida que los demás. Y
si no, también hay otra opción: decidir entre todos ser más
solidarios y tener otra calidad de vida, posiblemente inferior.
Todo no se puede tener.
"Tal vez sus declaraciones más polémicas hayan sido las
referidas a que los inmigrantes traen enfermedades que estaban
erradicadas.
"Es muy fácil sacar de contexto las
palabras, pero es cierto que se ha detectado que hay una serie de
enfermedades, que no son propias de aquí, como las tropicales. Lo
que dije es que hay mucha gente que me ha hecho llegar su
prevención ante la posibilidad de que, si no se cumple con las
vacunaciones tradicionales, esto se pueda extender y genere un
problema. Esto fue sacado de contexto porque yo me refería a una
preocupación ciudadana.
"¿Y la inseguridad?
"En mi discurso dije
que hay una preocupación de la ciudadanía por unos temas
determinados, como la seguridad ciudadana. La gente se pregunta qué
va a pasar si hay paro con tanta gente que llega. También hay una
preocupación en materia educativa, porque quienes llegan con otro
idioma y otra cultura requieren de apoyos y ayudas que, si se dan a
unos, se quitan a otros porque los recursos son limitados. Estas
preocupaciones están en la calle y no por mucho dejar de hablar de
ellas van a desaparecer. Cuando la gente tiene un cierto temor, hay
que buscar las soluciones y si se requiere hacer una campaña de
vacunación, se hace y ya está, no pasa nada. Lo que no se puede
hacer es eliminar el contrario atacándolo cuando se sabe que la
reflexión que hice es la que hace la sociedad en la calle.
"¿Cree, entonces, que la polémica se ha usado
políticamente?
"Creo que hay gente interesada en
desvirtuar lo que dije para atacar a UM, un partido que conecta con
la realidad y que ha intentado dar soluciones a los problemas. Hay
gente que parece que no quiere resolver los problemas sino que está
más interesada en mantenerlos, porque es allí donde ellos pueden
crecer.
"Entiendo que cree que a algunos partidos les viene
bien.
"Hay partidos, EU en concreto, que en una
sociedad con la calidad de vida que tenemos, no va a crecer y se
nutre de situaciones diversas. Es legítimo, pero también es
legítimo que yo prefiera otro modelo que no sea el comunista.
"También le han censurado que lo dijera en la
Diada.
"La Diada es un buen momento para constatar
realidades y hacer una reflexión de futuro. Si se cree que no,
también me sorprende que nadie se haya metido con el presidente del
Supremo, que en la apertura del curso judicial y ante el Rey hizo
más o menos la misma reflexión que yo.