El caso de Wolfgang Everts, el ciudadano alemán que perdió la mano izquierda en la comarca de Manacor y la recuperó en la Fundació Hospital de Son Llàtzer, ha supuesto la primera intervención quirúrgica de este alcance realizada en Balears. El equipo de microcirugía del Aparato Locomotor, dirigido por José Ortega Klein, ha sido el responsable.
"¿Qué repercusión tiene esta intervención en la sociedad
balear?
"Bien, que Son Llàtzer sea centro de
referencia para este tipo de operaciones depende del Insalud, que
otorga esta condición; pero esta unidad lleva abierta dos meses y
ya ha hecho otras intervenciones, Dos de los tres cirujanos que
efectuaron la intervención (Guillem Salvà y Carlos PUente Alonso,
al que se añade Pérez Uribarri) ya habían ejercido esta
especialidad en el hospital de Santa Fe, de Sabadell.
"¿Ha sido casual la presencia de este equipo ya formado
que ha posibilitado esta operación?
"Cuando llegué al
hospital como jefe de área, una de las condiciones que puse fue la
apertura de un equipo de microcirugía para evitar el riesgo de un
traslado de pacientes de Balears a Barcelona o a Burgos, que es
complicado, porque hay un límite de tiempo muy corto (menos de 4
horas) para una operación así.
"Es una operación compleja, que afecta arterias,
nervios, tendones...
"...Y huesos. Pero la
planificación es rápida. Después de que el paciente ha sido
anestesiado, las lesiones se exploran enseguida. Lo que se debe
buscar es la viabilidad de la intervención, sobre todo de los vasos
sanguíneos. Cuando más cerca es el corte del tronco, más gruesos
son los vasos y más fácil operar. Raramente se implantan las
falanges de los dedos.