Veinticinco hombres pertenecientes al batallón Filipinas 147 del Regimiento de Infantería Palma 47 viajarán a finales de este mes de agosto con destino a la zona de operaciones de Mostar (Bosnia-Herzegovina) y se unirán a la Agrupación táctica Española (Spagt XVIII), que ya se encuentra en el lugar realizando operaciones de apoyo al proceso de pacificación de la antigua Yugoslavia.
Para el cabo Tomás, natural de Esporles y que participa por segunda vez en esta misión de paz "ya estuvo en Bosnia en 1998", ésta es una misión «muy importante» y al mismo tiempo «es una misión guapa ya que nos permite contactar con la población civil, ayudarles, además de protegerles, y la gente lo agradece, lo que creo que es muy importante» Esta es la segunda vez que unidades del Regimiento de Infantería Palma 47 participan en operaciones de apoyo al proceso de pacificación en la antigua Yugoslavia, ya que en el año 2000 una sección del mismo regimiento, pero de guarnición en Menorca, estuvo igualmente destacado en la zona.
Por su parte el teniente Campos López, responsable de la sección, explicó que «en Bosnia ya se encuentra la Agrupación Táctica número 18, que está formada en su núcleo principal por el regimiento de infantería mecanizado Asturias 31 con base en El Goloso (Madrid), por lo que nosotros vamos a la zona a reforzarlos con vistas a las elecciones que se celebrarán a finales de noviembre». El primer soldado que irá a la zona partirá mañana miércoles, mientras que el teniente Campos viajará el día 21. El resto se desplazará entre el 29 de agosto y el 1 de septiembre y permanecerá en Mostar hasta finales de noviembre.
El material disponible para la misión de paz será, según explica el teniente Campos, de vehículos ligeros y armamento ligero "las tropas españolas ya poseen vehículos pesados equipados con armamento pesado en la zona del conflicto" y medios de visión nocturna, mientras que la preparación de los soldados del batallón Filipinas 147 se ha desarrollado en tres meses de entrenamiento específico. Entrenamiento del que ayer fueron testigos los medios de comunicación al hacer los soldados una demostración práctica de un punto de control o 'check point' o lo que es lo mismo, cómo inspeccionar personas o vehículos con el fin de verificar que no haya tráfico ilegal de armamento.
Según el teniente Campos, las misiones que llevarán a cabo en tierras bosnias «son las propias de los regimientos de infantería, pero en esta ocasión hemos desarrollado un programa específico para apoyar el mantenimiento de la paz y, sobre todo, para garantizar la seguridad de la población civil en el transporte de agua o de alimentos y en sus viajes a los cementerios que se encuentran ubicados en poblaciones en los que la etnia dominante es hostil».
También se encargarán de controlar el armamento de la zona, de inspeccionar comisarías, asegurar la frontera con Montenegro, reconocer itinerarios, vigilar las actividades de los ejércitos y apoyar a las organizaciones internacionales que trabajan allí». Un cincuenta por ciento de los soldados que partirán en misión de paz son mallorquines, y uno de ellos es natural de Eivissa. Todos, como el cabo Herrero, natural de Valencia, se van a Mostar «con mucha ilusión» aunque en casa deje a su mujer que está a punto de dar a luz a su primer hijo.