REDACCIÓN
Cuando llegan los calores estivales, muchos de los que aún no
pueden disfrutar de vacaciones esperan el domingo como agua de mayo
para acudir a las playas. Y ayer, primer domingo de julio, no fue
una excepción. Miles de mallorquines salieron a la carretera
temprano para encontrar un sitio en su playa preferida.Y es que los
domingos de verano el objetivo sólo es uno: la playa.
Las zonas costeras de la bahía de Palma estaban a rebosar. En Can Pere Antoni, s'Arenal, Cala Major, Magaluf o Illetes no cabía un alfiler. Palma notó la afluencia masiva a las playas y quedó casi desierta en las horas de más calor. Luego, por la tarde, el ambiente se fue animando.
También fuera de Palma las playas se llenaron, lo que colapsó las carreteras a primera hora de la mañana y a última de la tarde. No se tuvieron que lamenta, sin embargo, retenciones extraordinarias.