La Universitat de les Illes Baleares (UIB) presentó ayer la evaluación final del proyecto Urban en El Temple, que engloba sa Calatrava y sa Gerreria, en un acto presidido por Joan Fageda, alcalde de Palma, y Llorenç Huguet, rector de la UIB. Las obras, en su mayor parte finalizadas hace seis meses, supusieron una inversión de 15 millones de euros, aportados por la comunidad europea, el Govern balear y el Ajuntament de Palma.
La ejecución de dichas obras, entre las que se encuentra el centro social Flassaders, el centro deportivo Estel, el centro cultural Calatrava y el Passeig per l'Artesania) está relacionada con una proyección social y unas mejoras económicas, evaluadas por un equipo técnico de la UIB dirigido por Lluís Ballester.
El estudio revela un equilibrio entre los grupos poblacionales (el porcentaje de jóvenes, adultos y ancianos en El Temple se acerca cada vez más al de Palma) y el mantenimiento de la población tanto en sa Gerreria (en 1998 tenía 1.789 habitantes y en 2001 1.877) como en sa Calatrava (636 en 1998 y 782 en 2001).
Respecto a la percepción que los vecinos tienen sobre El Temple, el problema de las drogas sigue siendo la principal preocupación, aunque se ha reducido del 40'2 por ciento al 16'6 por ciento. A un 9'9 por ciento de los vecinos les preocupaba en 1998 el deterioro del barrio, cifra que baja hasta el 1'1 en 2001. Lo mismo ocurre con la presencia de gitanos (baja del 9'6 al 1'3 por ciento) y se mantiene su preocupación por la limpieza, que roza el 7 por ciento.
Respecto al nivel educativo, el estudio revela una mejora en los niveles de instrucción. En 1996 el 46'8 por ciento de la población no tenía estudio o era analfabeta y en 2001 la cifra baja al 33'3 por ciento. En estudios básicos aumenta del 32'2 por ciento al 36'3 por ciento, y en estudios universitarios sube del 13'5 al 18'9% en 2001.