El mal tiempo volvió a hacer ayer acto de presencia y la lluvia acompañó el paseo de muchos ciudadanos y el turismo de muchos visitantes de la Isla.
Paraguas y chubasqueros no faltaron ayer sábado por las calles de Palma, después de que las gotas de lluvia sorprendieran a más de uno. Y es que el tiempo está un poco loco. Si ayer por la mañana nos mojábamos, por la tarde, el sol volvía a iluminarnos los ojos. Eso sí, con un poco más de viento que nos refrescaba el paseo.
La tierra se ve favorecida por la gota, pero el ánimo se ve compungido por la nube. No hay mal que por bien no venga, aunque seguro que muchos turistas habrán blasfemado al presenciar la lluvia caer. Habrán perjurado que no volverán, aunque seguro que lo harán, ya que el tiempo da y quita razones, y a veces nos da agua, y a veces, sol, pero siempre vida.