Un centenar de personas se juntaron ayer por la mañana en el Poliesportiu Son Cotoner para participar en el acto de la campaña «Palma te espera», dirigida a los jóvenes que acaban de cumplir 18 años y que fue organizado por la concejalía de Participació Ciutadana del Ajuntament de Palma, dirigida por Maria Josep Frau. A partir de las 12 del mediodía comenzaron a llegar los jóvenes al polideportivo donde fueron recibidos y saludados a la puerta del recinto por el alcalde de Ciutat, Joan Fageda.
Según Fageda, el acto tenía por objetivo «ofrecer alternativas a los jóvenes y, al mismo tiempo, que ellos nos hagan propuestas de qué es lo que quieren». «Necesitamos su consejo, su participación y su ayuda para saber cuáles son sus inquietudes», explicó el alcalde de Palma. Asimismo, Fageda se mostró preocupado por el hecho de que los jóvenes prefieran dedicar su tiempo de ocio a beber alcohol y, por eso, se refirió a la polémica del «botellón en las calles de Palma». «Es necesario regular el tema del botellón, no podemos continuar así porque no podemos ser responsables de mantener una gente joven inutilizada».
Fageda aseguró que «constantemente tenemos ejemplos de cómo aumenta el número de jóvenes que se dejan la vida en la carretera o que quedan paralíticos como consecuencia del abuso de la bebida y de las drogas sintéticas, por este motivo, hay que darles alternativas de ocio para que no lleguen a estos extremos deplorables». Por su parte, la concejala de Participació Ciutadana de Cort, Maria Josep Frau, destacó que los jóvenes «no se tienen que preguntar qué hace la ciudad por ellos, sino qué hacen ellos por la ciudad», plagiando a Kennedy. Al acto también asistieron los populares José María Rodríguez y Gaspar Oliver.
Por otra parte, a la salida del acto, se registraron momentos de tensión cuando un grupo de jóvenes del PSM entregó folletos donde se ridiculizaba la campaña del Ajuntament por ser «absolutamente electoralista» y pedían a los jóvenes que preguntaran a Fageda el coste de la campaña. En contraposición, NN GG del PP acusó a los nacionalistas de favorecer con estas acciones la «crispación y no la convivencia».