Convocados por Ultima Hora , una treintena de escritores mallorquines posó ayer para celebrar la nueva edición del Dia del Llibre. Este año el entorno fue muy especial, el Monastir del Secar de la Real, un espacio que tuvo a un huésped de excepción, el beato Ramon Llull. Los principales poetas y novelistas de la Isla aprovecharon la cita para hablar de forma incesante de literatura, intercambiando puntos de vista y presentando las novedades de reciente creación, a punto de salir a la calle en el día de Sant Jordi, 23 de abril.
Los literatos rememoraron con orgullo el legado del padre de nuestras letras. Después de celebradas las presentaciones, los escritores pasaron al claustro del monasterio, cuyo patio central está permanentemente vigilado por una bellísima estatua del beato. El padre Juan Francesc March, escritor y religioso, condujo a toda la troupe (así se autodenominan, de forma irónica, los mismos escritores) hacia la sobria biblioteca del recinto. En la puerta una inscripción reza: Item lego monasterio de regali unum cofre meum, cum libris qui ibi sunt, quem habeo in hospitio dicti de sanctominato (lego al Monastir de la Real un cofre mío, con los libros que tengo dentro y que tengo en la casa de Pere de Sentmanat). Son palabras de Ramon Llull, que cedió al convento una parte de sus manuscritos en 1313. Ahora, estos ya no se conservan, pero sí una fotocopia del testamento original.
Envueltos en tanta magia, no es extraño que los literatos estuviesen animados y predispuestos a una buena conversación. Estuvieron presentes el crítico Sam Abrams, Antoni Vidal Ferrando, Joan Manresa, Biel Mesquida, Vicenç Calonge, Bernat Nadal, Miquel Sbert, Xavier Abraham, Antoni Maria Thomàs, Antònia Vicenç, Gabriel Sabrafín, Jaume Santandreu, Rafel Estaràs, Joan Pla, Miquel Segura, Biel Florit, Tomeu Martí, Miquel López Crespí, Joan Francesc March, Martí Santandreu, Rosa Maria Colom, Víctor Gayà, Pere Morey, Albert Herranz, Caty Juan de Corral, Lluís Servera, Juan Payeras, Lluís Servera Sitjar, Miquel Àngel Vidal y Coco Meneses.
Algunos traían bajo el brazo sus últimas creaciones: Vicenç Calonge llevaba «L'aigua del temps», Antoni Vidal Ferrando su CD de la colección «Veu de poeta», con una recopilación de sus mejores poemas; Rafel Estaràs traía sus «Personatges de Valldemossa, una relació entranyable»; Lluís Servera Sitjar «El desgel de la memòria», Miquel López Crespí «La novel.la», Biel Mesquida mostraba su «Camafeu» (en edición de bolsillo) y Santandreu su «Mortuus Dei». Rosa Maria Colom anunciaba su libro «Estimada veu» y Víctor Gayà la próxima aparición de «Víctor Fox», una novela que cuenta «la confesión de una impostura», según sus propias palabras.