El Ajuntament de Palma aprobó en el año 1995 el Plan Especial de Reforma Interior de sa Gerreria, que divide al barrio en diversas unidades de ejecución para su rehabilitación. La más importante es la que afecta a la zona enmarcada por la calle Ferreria, Plaça de Sant Antoni, calle Socors y Travessa d'en Ballester, colindantes con el nuevo Palacio de Justicia, que ha conseguido reactivar, en parte, esta zona de la ciudad. Y que está cambiando completamente la imagen de una de las áreas más degradadas de la ciudad de Palma y con un pasado y un presente bastante conflictivo.
A la reforma total de este pedazo del casco antiguo de Palma se le denominó Projecte s'Estel Nou y su proyecto de ejecución fue adjudicado en enero de 1999 a la UTE de empresas compuesta por Llabrés Feliu y Gerencia Inmobiliaria Balear S.L.
Esta actuación global de reforma supondrá una inversión de cerca de 42.070 millones de euros (7.000 millones de pesetas) y prevé la construcción de un aparcamiento subterráneo, 300 viviendas y el esponjamiento de dos manzanas que darán paso a plazas públicas. El objetivo que Cort tiene fijado para el casco histórico de la ciudad es recuperar la población que este enclave de la ciudad tenía en el año 1891, un total de 40.000 habitantes. Uno de los principales debates de los últimos diez años ha sido la reforma de la zona de sa Gerreria y la problemática del tráfico rodado.
Lo que es cierto es que a pesar de las obras, pasear por la zona de sa Gerreria de Palma todavía nos hace retornar a épocas pasadas y sigue mostrando la degradación de una de la zonas del casco antiguo de la ciudad. Una zona en la que aún conviven los viejos edificios, con un estado ruinoso, y las nuevas construcciones.
Las máquinas conviven con las personas y las obras con uno de los grandes problemas de la zona: la prostitución y la drogadicción.