La ocupación hotelera durante la Semana Santa ha caído en un 30 por ciento, respecto al año pasado, en la zona turística de la comarca del Llevant. Mientras el año pasado se registró una ocupación del 80 por ciento de las plazas turísticas, este año solamente se han ocupado el 50 por ciento. El presidente de la Asociación Hotelera Badía de Cala Millor, Antoni Roig, aseguró que «los hoteles han abierto veinte días más tarde de lo habitual en los años anteriores» y auguró que la ocupación «después de Semana Santa será caótica». El presidente del colectivo manifestó que la baja ocupación registrada este año ocasionará muchas pérdidas y que la «aplicación de la ecotasa incidirá negativamente en el turismo de Mallorca».
Una de las alternativas que estudian los hoteleros mallorquines para salir de la crisis es «promover el turismo español y mallorquín, así como el de atraer el del Este de Europa, como Rumania, Polonia y Rusia, entre otros». La ocupación hotelera en la zona norte de la Isla oscila estos días de vacaciones entre el 60% y 65%. La mayoría de las federaciones hoteleras de la zona apuntan que la demanda ha experimentado una disminución debido a una serie de causas que afectan tanto al mercado interno como al internacional, como es el caso de la crisis económica que atraviesa Alemania.
En los municipios de la zona norte la ocupación hotelera ha bajado entre un 20% y un 25% respecto al año pasado. Los responsables de las federaciones hoteleras señalan que este descenso se ha notado, sobretodo, en el turismo alemán. El municipio de Pollença, que mayoritariamente vive del turismo británico tiene una ocupación del 65 por ciento, un 20 por ciento menor a la del año pasado. En Alcúdia, la ocupación hotelera es del 60% "un 25% menos que el año pasado" mientras que en la zona de Can Picafort la ocupación hotelera es del 70%. El gerente de la federación hotelera de Can Picafort, Antoni Munar, afirma que el turismo de la zona es eminentemente estacional.