El Govern tendrá un desfase de hasta 20.000 millones en los presupuestos del año que viene si no acepta las competencias sanitarias. El Ejecutivo debería reducir gastos y suprimir inversiones el año que viene si durante los próximos días no alcanza un acuerdo con Madrid para asumir las transferencias de sanidad. «La situación sería muy grave», reconoció ayer el portavoz del Govern, Antoni Garcías, quien analizó tras la reunión del gabinete autonómico la hipótesis más pesimista para los intereses de Balears en caso de mantener el bloqueo en las negociaciones por las competencias sanitarias. Ante estas circunstancias, el Govern está obligado a aceptar las competencias de sanidad y el único objetivo ahora es que Madrid aumente un poco su última oferta.
El calendario no favorece al Govern e impide que pueda modificar los presupuestos en caso de no aceptar las competencias de sanidad. El próximo miércoles el Parlament aprobará unos presupuestos que prevén un incremento de los ingresos del Govern de casi 20.000 millones, que llegarán a las arcas autonómicas gracias al nuevo sistema de financiación. Si el Govern no acepta dichas competencias, Balears no recibirá ese plus económico pactado hace un mes. Este desequilibrio presupuestario obligará al Govern a asumir las competencias de Sanitat y a aceptar, en la medida de lo posible, la oferta del Gobierno central.
Sin embargo, el conseller Garcías pidió ayer al Ejecutivo que «reconsidere» su decisión de vincular las competencias sanitarias al nuevo sistema de financiación. «No se puede aceptar este chantaje», dijo el portavoz del Ejecutivo. Para el Govern existe un 50 por ciento de posibilidades de aceptar las competencias de sanidad. «No se puede permitir un chantaje de este calibre», criticó Garcías.
El portavoz del Govern admitió que el gabinete autonómico tiene pocas alternativas ante la negociación que ha planteado Madrid. Mientras el Govern pide que el Gobierno central respete las inversiones previstas "cifradas en unos 30.000 millones" Madrid ofrece unos 100.000 millones sin posibilidad de negociar un incremento de esta partida. Para el conseller de Presidencia, lo que pasa es que el Gobierno «no tiene voluntad de transferir la sanidad, sino de quitarse de en medio un problema porque está obsesionado por el déficit cero», aunque esta actitud «la pagarán» finalmente las comunidades autónomas. El Govern cree que, al final, las autonomías gobernadas por el PP aceptarán las competencias impuestas por Madrid.