El presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, Juan José Badiola, afirmó ayer en Palma que hay que estar en «alerta» pero no «alarmados» ante el riesgo de un ataque bioterrorista dejando claro, no obstante, que no existe un riesgo razonable de que se produzca. Badiola participa en las Jornadas de Seguridad Alimentaria que se desarrollan en el Centre Cultural de Sa Nostra organizadas por el Colegio Oficial de Veterinarios de Balears con la colaboración de la Conselleria de Sanitat i Consum.
Badiola sobre la posibilidad advertida por la Unión Europea de ataques terroristas a través de la alimentación señaló que «hay que decir sin dramatizar que posibilidades las hay y hay que activar los sistemas de alerta porque se pueden introducir virus, bacterias, toxinas en el mundo animal o vegetal que pueden llegar finalmente al ser humano. Y bueno, hay una vía muy importante que es la más fácil: el agua para consumo». Explicó que estas guerras biológicas no son nuevas y que por ejemplo en algunos países se diseminó desde el aire el virus de la peste porcina africana.
«Los avisos "aseveró" son oportunos y hay que activar los sistemas de alerta. Siempre que hay un riesgo hay que activar la alerta. Un país avanzado es aquel que es capaz de tener sistemas de alerta. Los sistemas de vigilancia epidemiológica son caros pero son necesarios y tienen que estar en marcha permanentemente para que cuando el problema ocurra se pueda actuar inmediatamente. Si no es así, ¿vas a improvisar en tres días la lucha contra el ántrax o contra otras bacteria o virus?», dijo. «Activar los sistemas de alerta "continuó" es una responsabilidad de las autoridades, y los ciudadanos lo que tienen que estar es informados. Y hay que informar pero no alarmar. En la Unión Europea ya somos todos suficientemente maduros como para ser conscientes de los peligros y asumirlos con seriedad y rigor, sin alarmarse. No reaccionar emotivamente sino racionalmente».
«La crisis de las vacas locas "aseveró" si ha tenido un valor positivo ha sido justamente que ha sido una llamada de atención para todos los que intervienen en el proceso de la producción (ganaderos, agricultores...), industrialización (elaboración) y manipulación de alimentos. Y en eso es positivo y por eso digo siempre que en Europa hay un antes y un después. Una llamada de atención a la conciencia de todos para hacer las cosas mejor no hacer tonterías».
Badiola considera que es posible y se debe mejorar la calidad y la seguridad alimentaria desde «el establo hasta la mesa» y pone de manifiesto que no se trata de legislar más sino lo justo «y que lo que hay que hacer es cumplir». Por lo que se refiere a la calidad, señala que los ciudadanos cada vez piden más calidad y auguró un próspero futuro para los productos ecológicos. Balears, y Menorca en particular, es la comunidad con mayor porcentaje de casos de vacas locas en relación al censo de reses y señaló que no necesariamente se deba a que ha habido un mayor fraude que en otras autonomías. Antes de 1994 era legal el uso de harinas de carne y hueso.