La Federación de Hostelería de CC OO ha elaborado un duro documento contra la política turística del Govern del Pacte de Progrés en sus dos años de gobierno. En él se denuncia el «continuismo» en materia turística y las situaciones de «injusticia» que sigue creando el turismo con «trabajadores con unos salarios insuficientes, con futuras pensiones a la baja, jornadas laborales excesivas y ritmos de trabajo abusivos»; y, por otra parte, «hombres y mujeres titulares de beneficios empresariales que marean y son el orgullo de nuestras instituciones políticas por haber 'balearizado' medio mundo».
«Para corregir esta situación reivindicamos la decidida intervención de los poderes públicos democráticos. En este caso reclamamos al Govern una política turística de progreso y, para que lo sea, tiene que contar con los trabajadores», señala el documento. Para CC OO es «urgente aplicar políticas turísticas que garanticen una triple sostenibilidad: la ecológica, la territorial pero también la social. Se trata de que el Govern lidere un auténtico cambio de modelo turístico. El mercado es fundamental pero sin una importante intervención pública reproduce, con ligeras modificaciones, el modelo de crecimiento actual».
CC OO considera que es básico luchar contra la economía sumergida y en concreto contra «el fenómeno más escandaloso de economía sumergida que se da en hotelería y que no es otro que la oferta ilegal». Para hacer frente a la oferta ilegal se exige la «constitución de una comisión especial de actuación sobre este tipo de oferta de alojamiento con la participación de las conselleries de Turisme y Treball, los sindicatos de Hostelería y las organizaciones empresariales». Reivindica, además, la creación de la mesa sectorial de Turismo, «compromiso adquirido en el Pacto por el Empleo».
El sindicato considera necesario reformar en profundidad la Ley General Turística. La nueva ley debe propiciar, según el sindicato, el freno al crecimiento de la oferta y que la autorización de nuevas plazas a cambio de la desaparición de plazas obsoletas debe mantenerse con las condiciones de: abordarse los problemas sociolaborales de la desaparición de plazas, y que las plazas obsoletas desaparezcan físicamente, propiciando un auténtica política de esponjamiento.