Ayer a mediodía, delante de todo el mundo que a esas horas se encontraba en el Mega Park de la Platja de Palma, él le volvió a declarar su amor a la vez que la pidió en matrimonio. Bonito, ¿no? ¿A qué mujer no le gustaría que le sucediera una cosa así, que él, delante de todo el mundo le dijera te quiero y cásate conmigo? ¿Que qué hizo ella? Pues ya se lo pueden imaginar. Lloró de emoción, pues al principio no daba mucho crédito a lo que estaba oyendo. Y el público, que vio interrumpida su marcha, flipó para terminar completamente emocionado también. Y es que no era para menos.
Él se llama Janek y ella Anna. Ambos son de la ciudad alemana de Elmshorn, y, como pueden apreciar, son muy jóvenes. Él estudia inmobiliarias y ella va a ingresar en la Universidad a nada que apruebe la selectividad. Están de vacaciones en Mallorca, él por segunda vez y ella por primera. Anne, según nos confesó, jamás pensó que iba a vivir un instante así de bonito.
¿Cómo se te ocurrió, Janek? Además, ¿qué calladito te lo tenías? El joven mete la cabeza entre sus hombros y hace un gesto con la boca, conmo dudando. Realmente no sabe qué decir. Por eso opta por lo más adecuado: atraérsela otra vez y volverla a besar, arrancando de nuevo otra ovación por parte de la concurrencia, la mayoría compatriotas suyos, pues en el Mega Park son casi todos alemanes.
¿Qué te ha regalado? Anna nos muestra el anillo que lleva en el anular de su mano izquierda. Bonito. Ella le mira y se besan de nuevo. Y nosotros nos piramos. ¿Para qué seguir haciéndoles preguntas si todo está tan claro?