El vicepresident del Govern balear, Pere Sampol, clausuró ayer al mediodía la trigesimotercera edición de la Universitat Catalana d'Estiu, que desde el pasado día 16 ha reunido en Prada de Conflent a unos 1.800 participantes. Sampol, en su discurso, comentó que «Prada es un milagro que surge cada año, por el mes de agosto, para dar testimonio de la existencia de un pueblo, de una nación, que va de Salses a Guardamar y de Fraga a Maó».
«Nuestra nación tiene un problema, y es que Barcelona está deslumbrada en todo lo que genera Madrid. Madrid es su referente, su puerta al mundo. Existe una visión urbanita del país, que hace que todo lo que pasa en las comarcas sea considerado de segunda, mientras que tanto las Illes Balears, como el País Valencià, Andorra o la Catalunya Nord son, además de absolutamente desconocidas, totalmente silenciadas desde el punto de vista mediático, a no ser que tengan una proyección española», afirmó el vicepresident del Govern.
Sampol añadió que «es evidente que si las cosas prosiguen de esta manera no iremos a ninguna parte, sencillamente porque la lengua catalana en los medios de comunicación no será el vehículo de transmisión de un proyecto nacional propio, sino una eventualidad circunstancial dentro del proceso de homogeneización de la España-Nación, que la hará con el tiempo absolutamente prescindible».
Para Sampol también es importante cuestionar por qué el catalán no está presente en el Año Europeo de las Lenguas, «no es reconocido en Europa porque el Estado Español no lo ha promocionado», comentó. El vicepresident se pronunció a favor de «presentar una demanda por discriminación ante el Tribunal Europeo de defensa de los derechos humanos», por lo que propuso a la organización de la Universitat Catalana d'Estiu de Prada «la organización de un gran movimiento cívico de todos los Països Catalans que luche por el reconocimiento de la lengua catalana en Europa, denunciando la discriminación que padecemos 9 millones de europeos por el idioma que hablamos».