La asociación Infants del Món celebra el próximo domingo, en el Club Náutico de sa Ràpita, una cena benéfica para recaudar fondos con los que seguir financiado su labor en un orfanato de la ciudad siberiana de Tomsk. El presidente de esta ONG mallorquina, Sebastià Roig, explicó que para ese día se espera la llegada a Mallorca de tres niños de este hospicio para ser sometidos a pruebas médicas, una práctica que realiza la asociación desde hace años.
Este orfanato acoge a 35 niños de 0 a 3 años con diversas discapacidades físicas o psíquicas. «En su mayoría son niños abandonados por sus padres, que no tienen posibilidad alguna de ser adoptados y que padecen enfermedades casi siempre irreversibles», explicó. Roig declaró que las necesidades de ayuda en esta zona de Siberia central, en la que viven unas 300.000 personas, son enormes.
«Se trata de un zona que alcanza en invierno temperaturas de hasta 47 grados bajo cero, donde existen bastantes problemas de alcoholismo y de radioactividad, ya que durante años se realizaron frecuentes pruebas nucleares subterráneas -Rusia ha reconocido más de 1.000-, por lo que es bastante frecuente el nacimiento de niños con todo tipo de malformaciones y deficiencias». Por eso, esta ONG optó por centrar su ayuda en este hospicio, uno de los muchos que hay en la zona, y hace dos años invirtió dos millones y medio de pesetas en la remodelación y sostenimiento del centro, cuyas condiciones no eran las adecuadas para albergar niños.
Además, Infats del Món financió la renovación de la cocina y el equipamiento del edificio y desde entonces tutela el orfanato, aportando la alimentación de los menores, la dotación de pañales (que suponen un lujo para la región), material textil y medicamentos. La ONG recibió hace tres o cuatro años una subvención de un millón de pesetas del Govern, «pero ya no hemos vuelto a pedir ayuda, sino que vivimos de las cuotas de los cerca de 150 socios que tenemos y de las cenas o actos benéficos que organizamos».