«Esto es una vergüenza», «Parece mentira que nos traten así», «esta empresa es una porquería». Éstas eran algunas de las expresiones, las publicables, que utilizaron las 37 personas, que ayer, a las 20'30 horas, tenían que embarcar en el «Milenium» de Trasmediterránea con destino a Barcelona y no lo hicieron porque la tripulación se lo impidió argumentando que, según los afectados, «habían vendido más plazas de las disponibles».
Todos, varios niños incluidos, iban en grupos organizados y todos habían comprado un paquete para pasar dos días en Port Aventura. El viaje incluía el desplazamiento hasta el parque temático, que perdieron, y dos noches de hotel, de las que, aseguraban algunos como Fernando, «al menos una no la disfrutaremos».
La indignación, a medida que relataban lo sucedido, iba creciendo. Aseguraban que la tripulación quitó las barreras de seguridad de la plataforma de embarque para impedir que accedieran al barco y acusan al propio capitán de «impertinente» y «de usar malos modos». En este sentido Xana asegura que el capitán «nos ha gritado que nos fuéramos de allí y nos ha insultado. Me parece indignante que no nos hayan dejado embarcar cuando algunos, como el grupo en el que estoy, teníamos comprados los billetes desde hace un mes y medio».
Otros, como Esperanza, ya habían embarcado las maletas y vio cómo éstas, al contrario que ella, sí viajaban a Barcelona al impedirle entrar a recogerlas. La empresa habilitó un autobús para llevar a los pasajeros al aeropuerto donde, según les comentó un representante que no quiso dar su versión, habían reservado 8 plazas para el vuelo de las 22'20 y otras 15 para el de las 23'50 horas.