J. J. S.
La Conselleria d'Obres Públiques i Habitatge confía en que el
sector privado de la construcción y la promoción inmobiliaria
volverá a la promoción de viviendas de protección oficial en
Mallorca, en buena parte forzado por la moratoria vigente en suelo
urbano, que ha paralizado provisionalmente las licencias de nuevas
edificaciones plurifamiliares excepto, precisamente, las de
protección oficial.
Esta confianza de la Conselleria fue expresada ayer por el director general d'Arquitectura i Habitatge, Jaume Carbonero, quien explicó que en los años 2000 y 2001, un 80 por ciento de la protección oficial ha partido de la iniciativa de la Administración, mientras que sólo el 20 por ciento restante corresponde a la iniciativa privada. Una mayor participación de los promotores privados se considera «imprescindible» para Carbonero para ejecutar las 1.600 viviendas anuales de protección oficial que permite la moratoria.
Carbonero anunció también para después del verano la aprobación de un decreto de ayudas directas a la compra de viviendas ya construidas y desocupadas. El decreto también incluirá ayudas a la promoción privada de viviendas de protección oficial para alquiler y subvenciones a determinados grupos y colectivos sociales que tienen dificultades para acceder precisamente a un alquiler. Todas estas medidas se incluirán en un plan autonómico de acceso a la vivienda que completará el que funciona en todo el Estado.
El director general afirmó que los elevados precios de las viviendas en Balears «no se justifican por la falta de casas, sino por una inflación inmobiliaria desorbitada en relación a los sueldos habituales de nuestra Comunitat». Actualmente, el precio medio de la vivienda en Balears es de 206.000 pesetas el metro cuadrado.