S.C./EFE
Las autoridades australianas aseguraron ayer que la muerte en
Mallorca del fugitivo Christopher Skase no supone el cierre del
caso, y que proseguirán las investigaciones sobre la quiebra de su
grupo empresarial. No obstante, dada su muerten se retiran las
acusaciones contra él. Skase, de 51 años y el fugitivo más buscado
por la justicia australiana, murió la noche del domingo en su casa
del Puerto de Andratx, a causa de un tumor cancerígeno. Fuentes
cercanas a la familia han asegurado que el estrés y la presión a la
que Skase se ha visto sometido en los últimos cuatro años ha
acelerado el desarrollo de su enfermedad.
Lo que más afectó a Skake anímicamente y que repercutió también en su estado de salud fue que su situación afectase además a su esposa, a la que negaron la residencia y la entrada en España, a pesar de que la Audiencia Nacional le ha dado la razón en todos los asuntos judiciales que a ella se referían. Tras ser informado del fallecimiento del ciudadano australiano por el Gobierno español, y al tiempo en que expresaban el pésame a la familia de Skase, el Gobierno de Canberra indicó que el caso sigue abierto y se hará todo lo posible para recuperar los bienes y recompensar a los acreedores de la empresa Qintex.
Aunque las acusaciones contra el magnate serán retiradas, el Abogado General del Estado, Daryl Williams, anunció ayer que «la muerte de Skase no afecta las investigaciones sobre la quiebra de su empresa y su herencia quedará sujeta a la Ley de Quiebras». Skase huyó de Australia en 1991 para evitar ser enjuiciado por 32 acusaciones relacionadas con el colapso de su imperio, valorado entonces en unos mil millones de dólares, y el desvío de más de ocho millones de dólares que pertenecían a Qintex, tras declararse en quiebra con deudas personales por unos 130 millones de dólares.
Por otra parte también se ha sabido que el cuerpo del magnate australiano será incinerado mañana a las 12.30 horas en Bon Sosec. Según fuentes del tanatorio, el cadáver de Skase llegó sobre las 0.45 horas de la madrugada del lunes y fue introducido en la cámara número 73, donde se encuentra en estos momentos a la espera de su incineración mañana miércoles.