No quiso entrar en polémicas con Francesc Antich pero defendió la decisión de su Gobierno de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra el impuesto turístico. El presidente del Gobierno, José María Aznar, ayer celebró el tradicional despacho veraniego con don Juan Carlos en el Palacio de Marivent, eludió contestar a las acusaciones de «centralismo rancio» realizadas en su contra por el president del Govern. «Institucionalmente no voy a hacer ningún comentario de otro gobierno y tampoco comentó las declaraciones de otro», aseguró Aznar durante la rueda de prensa posterior a la audiencia con el Rey.
No obstante, el presidente del Gobierno quiso destacar que el turismo es la principal industria nacional «y cuanto más hagamos para cuidarlo, tanto mejor». «En interés de la inteligencia de los ciudadanos españoles, del país en su conjunto y de las diversas comunidades autónomas, está no introducir medidas que puedan perjudicar a esa industria nacional», señaló. El presidente del Gobierno insistió que sería «una lástima» que se adopten medidas «que perjudiquen a nuestra industria principal y luego tuviésemos que lamentarnos o quejarnos por ello».
José María Aznar insistió en elogiar las virtudes del turismo como primera empresa nacional y se refirió a ella «como la que más trabajo da, de la que vive más gente, la que más riqueza crea y la que más oportunidades ofrece a millones de españoles». Por todas estas razones, el presidente del Gobierno, José María Aznar, insistió en que no es conveniente poner en marcha medidas como el impuesto turístico que puedan generar problemas para el sector. De ahí viene el recurso del Gobierno al proyecto «porque todo ello se hace desde el punto de vista del ordenamiento jurídico».