El punto más destacado del pleno celebrado ayer en Cort fue el relativo al uso que se dará a la Torre d'en Pau, en es Coll d'en Rabassa. El Consistorio aprobó la cesión de uso de este espacio por 50 años al Ministerio de Medio Ambiente, para que éste ponga en marcha un centro de visitantes del Parc Nacional de Cabrera.
Varias asociaciones vecinales de la zona intervinieron en el pleno para mostrar su preocupación por el estado actual de la Torre d'en Pau y para pedir mejoras. Los grupos de la oposición señalaron que deberían haber sido informados con anterioridad del proyecto y pidieron al Consistorio garantías de que dicho espacio seguiría siendo una zona verde de uso público. También solicitaron una mayor implicación de Cort en la gestión del centro de visitantes, petición que fue recogida por el alcalde de Palma, Joan Fageda.
En el pleno también se aprobó crear una comisión tripartita Insalud-Govern-Cort para realizar campañas para la prevención del embarazo en adolescentes. Por otra parte, trabajadores de los biergarden de la Platja de Palma mostraron pancartas de protesta durante el pleno. «El alcalde adquirió unos compromisos que no cumplió. Nos sentimos perseguidos. En otras zonas de ocio no se actúa con tanto celo», indicó su portavoz, José Tirado.
La teniente de alcalde de Sanitat, Maria Crespo, señaló que «Cort sólo hace cumplir las ordenanzas sobre ruidos. En su momento, propusimos a estos locales su traslado a otras zonas. Han de respetar los horarios existentes. Queremos una ciudad tranquila», dijo.