PEDRO PRIETO
El caso Joaquín J. Martínez ha concluido, como saben, felizmente.
Sin embargo, otros tres españoles siguen en el corredor de la
muerte. Dos de ellos en Starke (Florida), el otro en Yemen.
El pasado viernes, concluido el acto del hotel Palas Atenea, en que Joaquín J. Martínez y sus padres, a través de los allí presentes, agradecieron a los mallorquines lo mucho que habían hecho por ellos, se nos acercó un joven presentándose como Javier Luariz-Ayerdi. «Soy primo carnal de Pablo Ibar. Me crié con él. Fuimos al colegio juntos. Él está ahora en el corredor de Starke acusado de un triple crimen del que nada tienen que ver. ¿Nos pueden ayudar?»
Quedamos con él al día siguiente, por la tarde. A la hora
convenida, se presentó. Llevaba cartas manuscritas por su primo
Pablo, mitad en inglés, mitad en castellano, y algunos párrafos en
spanenglish. En cada uno de sus sobres, en el ángulo superior de la
izquierda, el remitente:
Pablo Ibar
L31274 Gr 1215
Florida State Prison
P.O. Box 181
Starke. Fl 32091. USA.
"Es la dirección adonde le envío las cartas "me dice". Yo y todo
aquel que le quiera escribir. Él, dentro de sus posibilidades,
contesta a todo el mundo.
Javier es hijo de la hermana de Cristina, madre de Pablo, una cubana que falleció a causa de un cáncer, divorciada de Cándido Ibar, hermano de Urtain. Vive y trabaja de cocinero en Mallorca.