La incertidumbre laboral que hoy existe sobre el personal de los hospitales del Govern ha llevado a los sindicatos UGT, CC OO, USO, CSI-CSIF y CEMSATSE a convocar dos días de huelga de dos horas de duración los próximos días 1 y 5 de junio. Ayer mismo se procedió a registrar oficialmente la convocatoria de huelga en los hospitales.
Los sindicatos reivindican a la Conselleria de Sanitat i Consum que haga cumplir el protocolo firmado en su día por el entonces ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaria, y el ex president del Govern, Jaume Matas, y que a su entender garantiza el traspaso automático y voluntario del personal de los hospitales General y Joan March al futuro Hospital Son Llàtzer. Los sindicatos quieren con estos paros "y que amplían las movilizaciones ya anunciadas de manifestaciones para los días 25 (en coche hasta Son Llàtzer) y 28 de mayo (a pie hasta el Consolat)" forzar a la Conselleria de Sanitat i Consum «a defender a sus trabajadores». A las centrales sindicales no les basta que la conselleria les diga que tienen un puesto de trabajo asegurado sino que defienden «seguir haciendo lo que ahora hacemos, seguir trabajando en lo que nos gusta (no verse obligados a reciclarse) y tener la opción de poder pasar al Hospital Son Llàtzer como se nos había prometido».
UGT, USO, CSIF, CEMSATSE y CC OO manifiestan que «lo sensato y lógico sería que estos trabajadores que durante los últimos veinte años hemos desarrollado nuestro trabajo con profesionalidad y a satisfacción de la mayoría de nuestros usuarios, vayamos donde van los pacientes». En caso de que no sea así, advierten que los usuarios verán como del día a la mañana se les cambia su médico y se les pone otro que nada conoce del paciente.
Coincidiendo con las dos horas de paro de los días 1 y 5 de junio hay prevista una manifestación que partirá desde el Hospital General para concluir ante la Delegación del Gobierno. Los sindicatos rechazan asimismo el sistema de fundación que entienden dificulta ese traspaso automático de personal al tiempo que ponen de manifiesto que la Conselleria de Sanitat i Consum no ha hecho lo suficiente para impedir la nueva fundación.