Los consellers de Presidència, Antoni Garcías, y de Obres Públiques, Josep Antoni Ferrer, censuraron ayer abiertamente el anuncio realizado por el ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, según el cual el Gobierno no declarará servicio público las conexiones aéreas entre Balears y la Península.
Sin embargo, si algo molestó ayer a los representantes del Ejecutivo fue que asegurara en el Senado que el Govern balear está de acuerdo con la decisión de mantener la política de libre mercado en las conexiones aéreas. «El Govern no está en absoluto de acuerdo con Cascos porque ha pedido en numerosas ocasiones que estas líneas se declaren servicio público», afirmó ayer el conseller de Presidència.
Garcías quiso dejar patente la protesta del Govern por el «reiterado incumplimiento» de los compromisos adquiridos para combatir las desventajas de la insularidad. Garcías reiteró que el Gobierno no tiene la voluntad de garantizar un adecuado precio y calidad del servicio. Garcías consideró además sorprendente que el Gobierno sí esté de acuerdo en la declaración de servicio público para las líneas marítimas, pero no para las aéreas.
El conseller d'Obres Públiques, Josep Antoni Ferrer, reaccionó ayer en la misma línea que su compañero de Govern. Ferrer recordó que el Govern, de acuerdo con el Parlament, ha pedido formalmente que se fije la declaración de servicio público para los vuelos con la Península. El conseller afirmó que la declaración de servicio público para las conexiones aéreas permitirá a Balears mirar el futuro con optimismo. Ferrer reconoció que, en estos momentos, la situación no es tan alarmante como hace unos meses, cuando la fusión de Iberia y Air Europa estuvo a punto de materializarse. Anunció además que el Govern está haciendo un estudio sobre el transporte marítimo y aéreo en el que se determinará realmente la necesidad o no de esta declaración se servicio público para las conexiones por aire con la Península.