Los estorninos que viven en los árboles del Passeig Marítim, que han vuelto a emigrar del centro y norte de Europa debido a las bajas temperaturas, fueron espantados ayer por parte de técnicos de la delegación de Sanidad de Cort con la colaboración de la Autoritat Portuària.
La acción se llevó a cabo, pasadas las cinco de la tarde de ayer sábado, con el fin de espantar a las aves con la intención de prevenir su muerte puesto que el lugar de asentamiento de los estorninos era el punto de origen de los fuegos artificiales del «Aiguafoc 2001» que se celebró ayer noche con motivo de las fiestas de Sant Sebastià. Esta nueva bandada de estorninos está ubicada en la zona arbolada que está situada en la zona ajardinada del Passeig Marítim, frente al Auditòrium y allí se llevó a cabo la acción.
Alrededor de las cinco de la tarde seis expertos de la empresa JCV, la misma que cada año contrata el Ajuntament de Palma para realizar este trabajo, acompañados de varios integrantes de la Policía del Port y la Policía Local, procedieron a acordonar la zona. Una vez acordonado el lugar se prepararon los utensilios con el fin de llevar a cabo las explosiones controladas. Los expertos de JCV hallaron, en la inspección previa a la explosión, entre 25 y 30 estorninos muertos cuyos restos fueron recogidos y serán trasladados a son Reus para estudiar las causas de su muerte. Una vez instalados los explosivos, los expertos procedieron a la explosión controlada para espantar a los estorninos. Esta acción también se llevará a cabo en otras zonas de Palma a partir de mañana lunes.
La primera migración de la temporada tuvo lugar a comienzos del pasado mes de noviembre y la duración de la misma fue de veinte días. El control se realizó, en noviembre, en la zona centro de Palma, Plaça d'Espanya, Santa Eulàlia y en las inmediaciones de la Plaça de Pere Garau. La idea es que, con esta segunda campaña que se inició ayer y se llevará a cabo en estas últimas semanas de enero, las aves se trasladen a las zonas rurales de la isla y que no vuelvan a ubicarse en el centro de la ciudad y el Passeig Marítim con las consiguientes molestias que esto supone para los vecinos.