La reforma de las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato ha levantado ampollas en muchas administraciones autonómicas, como Balears, y entre el profesorado porque observa una posible invasión de competencias «encubierta», se desconoce que coste económico tendrá y no se ha consensuado el Real Decreto por el que se establecen los nuevos objetivos, contenidos y criterios de evaluación de las enseñanzas mínimas.
La Conselleria d'Educació i Cultura está estudiando de forma exhaustiva la redacción del Real Decreto con el fin de determinar si invade o no las competencias de las comunidades en cuanto a su poder de gestión sobre el 45% de los contenidos para aquellas con lenguas propias, según expuso Jaume Morey, director general d'Administració Educativa.
Morey señala que es preciso revisar aquellos aspectos del decreto en los que el Ministerio varía los contenidos, así como que la organización se haga por cursos o por ciclos o en el incremento de los contenidos de Historia, «en todo esto hay que ver hasta qué punto es competencia del Estado y no de las comunidades autónomas».
No obstante, en relación a que se aumente la carga horaria en asignaturas de ESO, como Lengua Castellana y Matemáticas, y de Bachillerato, como Filosofía, la Conselleria no pone objeciones siempre y cuando se financie su coste.
En cuanto al aumento de la carga horaria de Lengua Castellana, la Conselleria insiste en que ésta no debe ser en detrimento de la Lengua Catalana, sino que el aumento de la carga horaria debe ser igual en ambas asignaturas.
Por otro lado, el director general d'Administració Educativa considera que retocar el horario de algunas asignaturas, como ha hecho el Ministerio de Educación y Cultura, no significa que esto repercuta en el currículo global y que, por tanto, con esta medida se mejore la calidad de la enseñanza.