Las escuelas rurales o escoles petites, como se denominan en Balears, se caracterizan porque en una misma aula se agrupan alumnos de diferentes niveles educativos que son atendidos por un único maestro. Los maestros rurales de Mallorca, que estos días participan en unas jornadas sobre Escoles Petites que se celebran en el Centre de Professors de Palma, defienden la estructura del agrupamiento heterogénero de los alumnos, porque «proporciona autonomía, independencia, colaboración, relación y tutorización por parte de los alumnos mayores con los más pequeños y una riqueza pedagógica inmensa», explicó Roser Boix, profesora en la Facultad de Formació del Professorat de la Universitat de Barcelona.
La agrupación heterogénea permite la atención personalizada el alumno, «metodología que se está utilizando en algunos centros mixtos y que se considera de moda cuando ha surgido de las escuelas rurales», señala Roser Boix, quien dice de forma rotunda que «es un error agrupar a los alumnos de forma homogénea».
Boix reconoce que la estructura homogénea representa «una mayor comodidad, desde el punto de vista pedagógico, para los maestros, es más fácil, y también resulta más económica para la Administración educativa». Sin embargo, recuerda que existen experiencias de agrupaciones de alumnos de distintos niveles en una misma aula, incluso en institutos, lo que ha proporcionado una organización más flexible de los grupos y horarios, dando muy buenos resultados.