La presentación de los presupuestos de la Conselleria de Sanitat i Consum para 2001 ante la comisión de Hisenda del Parlament acabó en un «rifi-rafe» entre su titular, Aina Salom, y el ex conseller del ramo y diputado del PP Francesc Fiol, sobre la falta de camas y el déficit presupuestario del contrato entre el Insalud y los hospitales del Govern.
Francesc Fiol acusó al Govern y, en concreto, a su sucesora en el cargo, Aina Salom, de utilizar a los enfermos para «chantajear» al Insalud y exigirle mayor financiación. Fiol aseguró que comparte con la consellera que el convenio entre el Insalud y los hospitales del Govern es deficitario pero criticó con dureza que esta presión para conseguir más dinero se haga cerrando camas y sólo ofreciendo para este invierno dos camas al mes al Insalud «ya que el perjudicado es el ciudadano».
El ex conseller manifestó al respecto que lo que hay que hacer es renegociar el contrato programa con el Insalud, «para lo que la Conselleria tendrá todo nuestro apoyo», pero «lo que no se puede hacer es retirar camas». «No hay que mezclar las disputas políticas con la atención a los enfermos que no tienen ninguna culpa. Todos hemos de dar el máximo número de camas para evitar, en la medida de lo posible, que este invierno haya gente esperando en los pasillos», advirtió.
La consellera del ramo, Aina Salom, contestó a Fiol que las camas que se han retirado no alcanzan las 15 y que se he hecho con criterios de calidad por que había habitaciones sin agua caliente y otras que eran pasadizos y «que los enfermos no se merecen estar en ellas». Salom negó que hubiera 50 camas cerradas y señaló que la acusación realizada por el director territorial del Insalud, Javier Rodrigo de Santos, es completamente infundada «como si yo ahora digo que Son Dureta tiene cerradas 200 camas». Con todo, la Conselleria se pregunta si no es cierto que Son Dureta ha quitado la cuarta cama de sus habitaciones asimismo por criterios de calidad.