La Conselleria de Benestar Social ha nombrado a Javier Barés director de la Oficina de Defensa del Menor, figura encargada de velar por los intereses y derechos de todos los ciudadanos de entre 0 y 18 años. La cobertura de este puesto y el desarrollo de nuevas iniciativas en este ámbito constituye un punto de partida para impulsar la figura del defensor del menor, que dependería únicamente del Parlament y que sería una consecuencia de la creación del Síndic de Greuges, según explicó ayer la consellera Fernanda Caro.
El encargado de la Oficina de Defensa del Menor, diplomado en Trabajo Social, manifestó que lo primero que se hará desde este organismo será difundir las funciones de esta oficina y dotarla de personal. Barés dijo que, en el plazo de un mes, dispondrá del personal necesario: un licenciado en derecho, un psicólogo, un pedagogo, dos trabajadores sociales y dos administrativos, así como una sede fija, «para que desde la ciudadanía se aprecie la independencia de este organismo y ubicada en un lugar céntrico, de fácil acceso para el ciudadano», apuntó.
Con una dotación de 14 millones de pesetas, la Oficina de Defensa del Menor atenderá a todas aquellas personas que acudan a este organismo por tener conocimiento de una situación de violencia contra menores. Una de sus primeras iniciativas será la creación del teléfono del menor.