La presidenta del Consell Insular de Mallorca, Maria Antònia Munar, se opuso ayer rotundamente al plan de expropiaciones de suelo rústico que quiere promover el Govern con el fin de disponer de suelo público para construir viviendas de protección oficial. La presidenta del Consell aseguró que no comparte en absoluto este plan que promueve el Govern con una frase rotunda: «Nosotros no queremos que en suelo rústico se construya nada; ni chalets ni viviendas sociales».
En opinión de la presidenta del Consell, en el trasfondo de esta propuesta lanzada la semana pasada por el director general d'Arquitectura i Habitatge, Jaume Carbonero, respaldada días después por el president del Govern, Francesc Antich, se adivina un objetivo electoral. «Estamos todos de acuerdo en que se debe evitar la construcción desmesurada, y evitar el crecimiento también implica evitar el crecimiento de posibles votantes», ironizó la presidenta del Consell. Maria Antònia Munar afirmó que la postura del Consell para poner viviendas a precios accesibles para el ciudadano medio pasa por lo que calificó de «reciclado de viviendas». Munar explicó que en Palma existen más de 40.000 pisos vacíos, a los que se suman los que hay en otros municipios de la Isla.
La presidenta de la institución insular opinó que lo correcto es rehabilitar los pisos que están en desuso y ponerlos a disposición de las personas que no tengan los recursos suficientes para pagar los precios de mercado. Reiteró que la propuesta planteada por el Govern no ha sido suficientemente meditada «y puede presentar más problemas inesperados que ventajas».