El Govern considera que el ahorro de 240 millones en la organización de la Diada de les Illes Balears ha compensado los errores que han podido producirse en los distintos actos. De esta manera se manifestó ayer el conseller de Presidència, Antoni Garcías, quien aseguró que su departamento ha pretendido «hacer unas fiestas dignas con un presupuesto digno». Garcías argumentó que la Diada de les Illes Balears fue planteada «con una exquisita neutralidad» al celebrarse en plena campaña electoral. El Govern ha gastado en los distintos actos unos 66 millones, mientras que el pasado año el coste de la Diada superó los 300 millones, según Garcías. El Ejecutivo reconoce que de cara al próximo año «hay que mejorar algunas cosas». Garcías reconoció que no pudo abrirse Sa Llonja a los ciudadanos por un problema de capacidad, y que de cara al próximo año se celebrarán dos actos: uno para las medallas y otro para los premios Ramon Llull. Garcías también restó importancia a la ausencia del pintor Miquel Barceló en el acto de entrega de las medallas de oro. «Barceló estuvo muy bien representado por su padre», opinó el titular de Presidència.
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