La segunda tanda de mediciones de ruido realizadas en las calles de Sa Llonja ha vuelto a dar como resultado que los niveles de ruido no superan lo permitido, aunque también se quedan muy cerca del límite, según consta en el informe de la Policía Local e informó ayer la regidora de Sanitat en el Ajuntament, María Crespo.
Por lo tanto, todo se queda como estaba y la zona sigue libre de la declaración de contaminación acústica. Pero, de nuevo, antes de dos meses se deberá realizar una nueva prueba sonométrica para comprobar que el ruido sigue controlado, recordó la edil. Como se recordará, el adelantamiento del horario de cierre de los bares está directamente ligado a estas mediciones de ruido, pues el compromiso municipal es que en cuanto una de estas sonometrías registre ruidos en la calle por encima de lo permitido automáticamente se firmará el decreto que obligará a los locales a adelantar el cierre de las cuatro a la una de la madrugada.
Crespo aseguró que «con las medidas que se están tomando actualmente consideramos que es suficiente para garantizar que el ruido no excederá los niveles permitidos». Entre estas medidas, anunció que esta misma semana se ha suspendido la amenización musical de unos de los últimos locales abiertos en la zona, una cervecería, «pues no contaba con la licencia necesario».
Asimismo, informó de que se ha remitido una carta a los vecinos de Sa Llonja «invitándoles» a tomar parte de la comisión de seguimiento que se acordó constituir a finales del año pasado para realizar el seguimiento de los bares o locales que puedan provocar ruidos y obligarles a cumplir la Ordenanza, aunque aclaró que «todavía no hemos recibido respuesta de si están dispuestos o no».
Esta comisión de seguimiento comenzará a reunirse en breve y estará compuesta por representantes de los propietarios de los locales, técnicos municipales y representantes vecinales, si por fin acceden a sentarse en la mesa.