José Francisco Noj, asesor de la Coordinadora Maya Comkades y miembro de la Fundación Paz y Solidaridad, vinculada a Comisiones Obreras, dio a conocer ayer en Palma la situación actual de los procesos de paz en Guatemala, los derechos humanos y la problemática étnica.
Acompañado por José Benedicto, secretario general de CC OO Illes Balears, y Jaume Obrador, presidente de Veïns sense Fronteres, José Francisco Noj explicó que Guatemala es un país de contradicciones y diversidad de identidades, con un 60% de población maya, que desde la llegada de los españoles ha vivido distintas etapas de violencia, la última ha sido una guerra civil que ha durado 36 años y que acabó en diciembre de 1996 con los acuerdos de paz.
Noj se refirió a los datos aportados por la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, auspiciada por la ONU, según los cuales hubo 150.000 muertos en la guerra, 50.000 desaparecidos, un millón de refugiados, 200.000 huérfanos, 40.000 viudas y 667 masacres, de las que el 95% fueron perpetradas por grupos paramilitares y el 3'2% por la guerrilla; mientras que el 75% de las víctimas fueron mayas.
Según Noj, de la situación del país tras los acuerdos de paz destaca que «es eminentemente agrícola, donde el 80% de la tierra cultivable en Guatemala está en manos del 2% de la población y que el 80% de la población guatemalteca es muy pobre o extrapobre, en su mayoría indios». Noj indicó que «la firma de paz ha abierto una puerta al desarrollo a medio y largo plazo con visión de sostenibilidad y a la necesidad de reestructurar el sistema de cooperación internacional».
En opinión de Noj, hasta ahora, la cooperación internacional se ha caracterizado por el «paternalismo», centrada en la ayuda de emergencia, básicamente de alimentos. Noj insistió en la necesidad de analizar la situación de la cooperación para asegurar, además de la alimentación, la formación y profesionalización de la población y un cambio de las relaciones sociales para promover una participación mayor de los ciudadanos en el poder público.