Los 'inquilinos' del número diez de la calle Botons han interpuesto más de diez denuncias contra el propietario del inmueble, Fernando Palazuelo, por daños y por, según su abogado, Carlos Portalo, «poner en peligro la vida de los habitantes de la casa y la de los vecinos de la zona». Al parecer, según el abogado, el promotor pidió permiso al Ajuntament para realizar obras menores, trabajos que, posteriormente, aseguró, «amplió de tal forma que ha tirado paredes, quitado las tejas y el techo. Sin notificar en ningún momento a los inquilinos que éstas podrían suponerle un peligro».
Para Portalo «no estamos hablando del típico problema de okupas
y usurpación ya que aquí están en régimen de
subarrendatarios».
Estos términos fueron en su día negados por Palazuelo quien
calificó a los inquilinos de 'okupas' negando haber percibido algún
tipo de alquiler por el inmueble. Por otra parte el abogado de los
'inquilinos' aseguró que si el edificio está ahora en ruinas es por
las obras realizadas, teoría que respaldo el grupo municipal de EU
mediante un comunicado que dice que el titular «puede haber
provocado el desalojo de la finca para activar los trámites
burocráticos». Portalo señaló que la intención de los inquilinos,
«a quienes han dado los hechos consumados», es continuar con el
proceso judicial para que se rehabilite el edificio, «y que lo deje
como estaba», y se les reconozca el derecho de posesión, «ya que
tenían permiso verbal del anterior propietario», señaló.