La densa niebla de Madrid dibujó un panorama desolador desde el pasado viernes para cientos de pasajeros en Son Sant Joan, que sufrieron retrasos entre dos y seis horas en las salidas debido al efecto «dominó» de las conexiones aéreas. Muchos vuelos tuvieron que ser cancelados como consecuencia de la meteorología adversa, y en otros se registraron auténticas odiseas, como el Iberia 795, que despegó el viernes por la noche con retraso de una hora y media y tuvo que regresar de madrugada al no poder aterrizar en Barajas.
La compañía repartió bonos de taxis y hotel entre los pasajeros
no residentes de este avión, que no pudieron salir hasta ayer a las
14.30 horas debido a que la niebla seguía haciendo estragos en
Madrid. Son Sant Joan atendió ayer 237 operaciones, en una jornada
marcada por los problemas operativos de Madrid. Los retrasos
estuvieron a la orden del día.
Según confirmó ayer el portavoz del aeropuerto de Palma, en las
salidas, un total de 12 vuelos sufrieron demoras de entre 16 y 30
minutos; 3 vuelos entre 31 y 60 minutos, y otros 12 registraron
retrasos de más de 60 minutos. En llegadas, 5 vuelos se atrasaron
entre 16 y 30 minutos, 6 entre 31 y 60 minutos y 13 más de 60
minutos. «El 57'8% y el 59'70% de las operaciones de llegadas y
salidas lo hicieron en la hora prevista, según el portavoz.