El Ajuntament de Palma iniciará la semana que viene las mediciones necesarias para determinar si se prorroga o se da por finalizada la declaración de Zona Acústicamente Contaminada que desde hace treinta meses pesa sobre buena parte del barrio de sa Llonja. Los vecinos habían reclamado al Consistorio que los dos años de ZAC comenzasen a contar a partir del adelantamiento del horario de cierre, pero según los jurídicos municipales algo así no es posible. Por eso desde Cort se aclaró ayer que la decisión de si se prorroga o no esta denominación no llevará mucho tiempo «porque no es necesario iniciar un nuevo expediente, sino que se mantendrá abierto el que ya existe, en fase de prórroga».
Es más, según anunció ayer la regidora de Sanitat, María Crespo, «confiamos en las mediciones estén realizadas antes del 31 de diciembre», día en que finaliza la declaración de ZAC. Estas sonometrías se realizarán en la calle, que es donde se encuentra el verdadero problema del ruido. Como ya había anunciado el lunes la regidora, el Consistorio ha decidido que todas los locales ubicados dentro del perímetro de cualquier zona de la ciudad que sea declarada contaminada acústicamente tendrán impuesto un horario de cierre entre la una y las nueve de la mañana.
Aunque este horario no precisa ser aprobado por el pleno, ni supone ningún cambio en la Ordenanza del ruido, tan sólo debe contemplarse en el expediente en cuestión.