Sin que al parecer nada se pueda hacer legalmente para evitarlo, un edificio de estilo racionalista situado en la calle Eusebio Estada de Palma, entre la gasolinera y Son Oliva, está siendo demolido para en su lugar levantar otro de nueva construcción destinado a viviendas. El inmueble que se está derribando figura con la ficha número 90 en la Guía de Arquitectura de Palma, de la que es autor el arquitecto Martín Lucena, pero no figura en los catálogos oficiales de edificios protegidos del Consell Insular ni del Ajuntament.
En primera instancia, según Rafael Vidal, concejal de Urbanismo de Cort, no parece que haya ningún impedimento legal para que la obra pueda seguir adelante, puesto que cuenta con todas las licencias oportunas, y que el hecho de que el edificio figure en una guía particular no es suficiente argumento para paralizar el proyecto. Tampoco consta que existan denuncias de los celadores municipales ni de particulares. En todo caso, Vidal dijo que el martes estudiaría con más detenimiento el proyecto presentado y la solicitud de las licencias municipales.
El argumento oficial no es suficiente para evitar las críticas de los que opinan que existe una falta de voluntad o de interés real para proteger los edificios singulares, como se ha venido demostrando en casos como el del Hostal Archiduc, o el de los antiguos almacenes de Can Segura, frente al cine Augusta.