El PP asume, en su documento político que se discutirá en el próximo congreso regional, que no ha sido «capaz de solucionar sus problemas de una forma democrática y discreta». El documento realiza una fuerte autocrítica de los acontecimientos vividos en el PP durante los últimos años, que comenzaron cuando «no se encontró la persona indicada» para sustituir a Gabriel Cañellas y que culminaron «con un delicado pacto interno» para elegir a Jaume Matas.
Según el documento, Cristófol Triay ocupó la presidencia del Consell Insular de Menorca «sin excesiva motivación» y Joan Huguet dejó «descabezado» el ente insular.
El documento lamenta la división interna del PP en Ibiza y Formentera, y señala que los «cauces normativos de resolución de problemas se han mermado con la participación de los órganos internos de Madrid». El PP también asume como «otro problema» la bicefalia de la presidencia del partido y del gobierno. «Ha sido pacífica y debemos destacar el esfuerzo de entendimiento de las dos personas», dice el documento en alusión a las relaciones entre Verger y Matas.
Asimismo, el documento critica «la labor de oposición en el Consell Insular de Mallorca», que careció de unas directrices claras. «El resultado de esta política contribuyó al empeoramiento de las relaciones con el resto de las formaciones, especialmente con UM», añade.