El Govern balear se puso ayer en contacto, aunque no de manera oficial, con el Ajuntament de Palma para tratar de llegar a un acuerdo que permita la reapertura de manera temporal del vertedero de Son Reus para el vertido de escombros procedentes de obras.
El propio presidente del Govern, Francesc Antich, se encargó ayer de realizar las primeras gestiones con el Consistorio de Ciutat, si bien no pudo conversar ni con el alcalde, Joan Fageda, ni con la presidenta de EMAYA, María Crespo, por encontrarse ambos de vacaciones.
Desde Cort se descartó ayer dar una respuesta a la pregunta de si reabrirá el vertedero municipal para el depósito de escombros y tan sólo se accedió a dejar la puerta entreabierta a cualquier posibilidad. «No decimos ni que sí, ni que no, hay que estudiarlo bien y ver cuál es la mejor solución para todos», se afirmó desde fuentes municipales. El municipio tampoco reveló ayer qué condiciones se impondrá al Ejecutivo como compensación en caso de decidirse la reapertura de Son Reus.
No obstante, esta misma fuente municipal recuerda que «las posibilidades del vertedero de Son Reus son limitadas y si no hay cabida no se puede hacer nada, pues lo que no va a dejar de hacer el vertedero es no cumplir con los compromisos que tiene de atención al ciudadano».