Mario Conde, con la libertad condicicional del Argentia Trust en el bolsillo, ha regresado a Mallorca. Le llamó la atención que anteayer, a la salida de la cárcel, le estuvieran esperando en la puerta más de 50 periodistas y sus palabras, grabadas en magnetofón, fueran escuchadas en todo el país a través de las distintas tertulias. Señal de que está vivo. «También me ha sorprendido que periodistas que antes me veían culpable en todo, ahora preguntan que quién se llevó el dinero de Argentia Trust».
Buena señal, sí señor.
"Bien, hace una semana, cuando nos entrevistamos en Pollença, nos
dijo que cuando tuviera la libertad condicional en el bolsillo
pediría permiso a la Sala para viajar a Zúrich a fin de esclarecer
lo de los 600.000.000 de Argentia Trust. ¿Lo va a hacer?
"Por supuesto que sí, Porque me consta que en Zúrich el juez tiene constancia de dónde se encuentra ese dinero. Y se sabe dónde está hasta la última peseta, pero no dicta la resolución enviando la documentación a España. ¿Por qué? ¿Qué presiones hay tras todo esto? ¿Quién intenta pararlo...? Yo comprendo que ésta es una información fuerte, y más tras como se ha vendido esta noticia a la gente, a través de una portada de «El País» diciendo que yo me he apropiado de seiscientos millones, cuando no ha sido así. Y yo procuraré probarlo, y cuando tenga todos los datos en mi poder, toda esa información, ¡vaya que si la publicaré en «MC»! Íntegramente, con nombres y apellidos, y si encuentro las fotografías de quienes se han apropiado de este dinero, también. Porque como ya le conté la otra vez, se necesita tener una catadura moral muy especial para, sabiendo que tú has cobrado, permitir que a otra persona la condenen, la metan en la cárcel, intenten hacerle daño a él y a su familia y, no sólo eso, sino que te pasees tranquilamente por España o por América. Y no creo que nadie me pueda criticar por ello.
"Dicen que ahora le queda lo más duro, el juicio de Banesto.
¿Cómo lo ve?
"Sobre este asunto no me quiero pronunciar hasta que haya sentencia
firme. Pero sí puedo decirle que desde el punto de vista judicial,
todas las pruebas que hemos presentado han salido bastante
bien.
Mario Conde, que llegó ayer por la tarde, y con quien hablamos a poco de haber puesto los pies en Pollença, piensa dedicar el tiempo al ocio y a seguir preparando la salida de «MC», la revista que edita y en la que va a escribir.
Con él está su esposa, Lourdes, una mujer que mientras el ex banquero estuvo en el cielo supo ser discreta, pero cuando bajó a los infiernos, lejos de abandonarle, dio la cara por él, ¡y de qué modo!, rompiendo un silencio de muchos años. Un detalle que la honra.
Una vez más le volví a hacer la misma pregunta de la otra vez. En vista de lo dividido que está el país en cuanto a partidos políticos, ¿se animará y entrará en la política? Mario sonríe y responde como en la vez anterior: «De momento no lo he pensado, pero si todo puede ocurrir, ¿por qué no eso?».