El ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, bajo la dirección general del mallorquín Fernando Piña, y del secretario de Estado de Infraestructuras, Joaquín Abril Martorell, impidieron a Iberdrola que llevara a cabo un proyecto de conexión, vía cable submarino, entre Valencia y Palma para suministrar energía eléctrica al aeropuerto de Palma, pudiendo haber roto de este modo el monopolio de ENDESA-GESA en Mallorca, según han confirmado fuentes del propio ente público.
Iberdrola presentó un completo estudio a AENA mediante el cual se ofrecía a suministrar electricidad procedente de la Península a la nueva terminal del aeropuerto palmesano, ya que con la concesión le bastaba para rentabilizar la inversión global, que fue valorada por la propia eléctrica en unos 20.000 millones de pesetas.
Las mismas fuentes de AENA-Madrid puntualizaron que hace dos años y medio imperaba otra estrategia, de ahí la resolución que se adoptó: «Hoy en día impera un acuerdo a nivel nacional en el que en materia de suministro energético tienen cabida todas las eléctricas que operan en nuestro país. Por ello, quizás, se hubiera adoptado otra actitud con Iberdrola y no la defensa a ultranza del monopolio de ENDESA en Balears». La propuesta de Iberdrola reducía en un 30 por ciento el coste energético de la nueva terminal y aseguraba, a diferencia de GESA, la no existencia de microcortes a lo largo de todo el año.